A poco más de un mes de que termine 2023, Nagore Robles ha hecho borrón y cuenta nueva para abrir un nuevo capítulo. La colaboradora ha puesto a la venta el domicilio que adquirió en 2018 por un valor de 275.000 euros y donde vivió con Sandra Barneda hasta que sus vidas tomaran caminos separados en el año 2022, tras seis años de noviazgo.
Se trata de un lujoso inmueble situado en pleno centro de Madrid -a pocos minutos de la simbólica Puerta del Sol-, que cuenta con cinco habitaciones y unas impresionantes vistas de la capital. Ubicado en la quinta planta del edificio, este impresionante piso está recién reformado, lo que le convertía en el idóneo hogar conyugal.
Según ha informado El Español, fue el pasado mes de octubre cuando la también ex de Sofía Cristo formalizó la venta de esta vivienda con una conocida arquitecta madrileña. Aunque se desconoce el precio final de la compraventa, se estima, según fuentes del sector, que la presentadora de Pesadilla en el paraíso haya obtenido alrededor de 300.000 euros por este inmueble.
Al parecer, su único defecto era su falta de ascensor, una circunstancia que se llegó a convertir en un inconveniente debido a los dolores de espaldas que padece Nagore. De esta forma, la colaboradora ha dado el adiós definitivo a la presentadora de Así es la vida para dar un giro de 180º grados a su vida, dejando atrás el bullicio de la ciudad para mudarse al campo.
Y es que Robles ha decidido mudarse a un piso de planta baja de 120 metros cuadrados, dos dormitorios y una plaza de garaje, situado en La Finca, una exclusiva zona de la sierra madrileña ubicada en Pozuelo de Alarcón. "Este será nuestro nuevo hogar donde llegamos con mucha ilusión, ganas de calma y felices de comenzar este camino juntos. ¡Qué contenta estoy!", ha escrito la influencer a través de Instagram, junto a varias fotografías de ella y su perro Nash en el inmueble. "Necesitaré vuestra ayuda para decorarla y llenarla de carácter".
Tal y como señala este mismo medio, la colaboradora se ha trasladado a este lujoso chalet de paredes blancas que cuenta con un amplio jardín -"Ahora el cuerpo me pide verde, mucho verde y otro ritmo"- y un sistema eléctrico centralizado e inteligente. Un impresionante inmueble que tendría un precio de mercado de 1,2 millones de euros, si bien ella habría decidido alquilarlo por un coste aproximado de 3.000 euros mensuales.
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